Cada vez que realizamos una actividad con nuestras torre grúas encontramos que uno de los puntos críticos más comunes es el izaje de la carga: Cómo se hace, quién es el responsable, qué elementos se usan para cada material, cómo se prevén los incidentes/accidentes durante el izaje son preguntas frecuentes que con una capacitación se pueden resolver y realizar una operación segura. Evitemos el riesgo de caídas de carga debido a un mal enganchado o colocación de carga, el mal estado del pestillo de seguridad del gancho, el fallo o desgaste de los accesorios de la carga, o un simple error humano.
Todo operador de torre grúa debe tener un aparejador o persona designada para enganchar el material o baldes, capacitado en su labor, que dé instrucciones claras y precisas al operador durante el cargue o descargue. Nada de lo que ocurra en piso puede ser responsabilidad del operador, quien a una distancia de más de 20 metros no tiene la visual para calcular con exactitud donde descansar o elevar la carga. Para ello es fundamental el uso de radios, con la frecuencia indicada, que permita la comunicación constante entre estos 2 personajes.
Un Aparejador debe:
- Ser riguroso con el peso y tamaño de la carga en función de la capacidad de carga de la torre grúa, para no sobrecargarla y evitar una rotura del brazo. La mayoría de las cargas tienen impreso el peso exacto.
- Saber cómo enganchar la carga; no sólo para evitar que durante su izaje se desplome sino también para hacer uso correcto de las ayudas (estrobos, eslingas, cadenas, ganchos) y prever desgastes innecesarios reflejados en el gasto recurrente de la reposición de los accesorios de carga por parte de la obra.
- A continuación enunciamos algunos “tips” generales o prácticas sanas de aparejamiento de cargas.
- Las cargas alargadas se sujetarán con eslingas dobles en vez de una única eslinga (izq). En algunos casos específicos, es conveniente el uso de “vigas de levante” o “spreader”.
- No colocar los ramales de las eslingas formando pequeños ángulos, ya que la tensión en los ramales puede incrementarse drásticamente en función del ángulo. Es recomendable que este ángulo no exceda de los 45°.